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La Justicia Restaurativa y la Neurociencia del Mindfulness: Un camino hacia la sanación

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Hoy vamos a explorar un poco sobre la fascinante convergencia entre la Justicia Restaurativa y la Neurociencia del Mindfulness, destacando cómo esta última puede potenciar la efectividad de los procesos restaurativos y contribuir a la construcción de sociedades más empáticas, solidarias y no violentas.


La Justicia Restaurativa, ha demostrado tener un enfoque transformador del conflicto y sanador de sus participantes, al estar sustentada en la Teoría Humanista y contar con un marco jurídico filosófico, en donde se gestan valores éticos y morales trascendentales como la dignidad, el respeto a la vida, la igualdad, el diálogo honesto y compasivo, que reconoce al otro, que escucha y entiende el sufrimiento y entre los actores principales involucrados en el conflicto, -víctima, victimario y comunidad dañada- encuentran una verdad que sana y alcanza el perdón restaurativo y en muchas ocasiones la reconciliación entre las partes y culmina en la restauración y reinserción comunitaria.

Comprendiendo la Justicia Restaurativa


A partir de los años 70’s surgió un movimiento humanista, denominado Justicia Restaurativa, que nació desde el mundo criminológico y victimológico y se centra en una forma diferente de comprender, enfocar, relacionarse y transformar los conflictos donde incide la violencia, al mirarlos con lentes diferentes de como los ha visto la Justicia Retributiva.


Es así como en este Modelo de Justicia, se visibiliza a la victima, al victimario y la comunidad, los tres verdaderos protagonistas del conflicto violento, que merece ser reparado por quien causó el daño, dimensionándolo en su justa medida, no como un castigo, sino reconociendo y asumiendo su responsabilidad.


El victimario tiene oportunidad de reflexionar, de entender la dimensión de su actuar y hasta qué punto lastimó a otro ser humano, reconociendo, responsabilizándose y reparando el daño causado de manera integral, desde la parte económica, moral, psicológica, pero también el cambio de conducta, su empatía y preocupación por la víctima y su compromiso comunitario.


La víctima adquiere un papel protagónico, sus necesidades son prioridad, se le escucha, se le ayuda a restaurarse y se le permite expresar lo que realmente quiere y necesita para poder sanar.


Además en este enfoque restaurativo, existe también la participación de la comunidad a quien ya se le toma en cuenta por resentir las consecuencias del hecho violento.


Es así como a través del proceso restaurativo que se lleva a cabo, se transforma el conflicto y por ende las partes involucradas sanan la violencia ya existente, las heridas causadas por el hecho mismo, pero además restauran las relaciones intrapersonales, interpersonales y sociales laceradas, lo que implica un verdadero balance entre el agravio causado y el daño a reparar, ya que intervienen los tres protagonistas del conflicto para transformarlo de fondo y no solamente resolverlo, como sucede en la Justicia Retributiva al dictarse una sentencia por un tercero llamado Juez, sin entrar a disolver las causas subyacentes que provocaron el delito.

Mindfulness y Neurociencia: Un vínculo sanador


Mindfulness o Atención Plena es una práctica que despierta la consciencia, al poner atención de manera voluntaria al momento presente, sin emitir juicios y sin aversión ni apego, esta práctica constante que crea un nuevo hábito, se ha convertido en un campo de estudio cada vez más prominente en la neurociencia.


Mas de mil estudios e investigaciones han demostrado que el Mindfulness impacta la estructura y la función del cerebro, a través de la maravillosa capacidad de reconstruirse por medio de la neuro plasticidad, reteje nuevas redes neuronales y des-identifica de la consciencia los pensamientos, emociones y juicios de valor que producen en los seres humanos angustia, depresión, ansiedad, violencia, adicciones, estrés crónico, miedos infundados, codependencia, burnout, etc. y así a través de la auto observación, del auto análisis y de las prácticas formales e informales que se realizan de manera constante hasta convertirse en un hábito, se crean nuevas redes neuronales que sustituyen a las redes de la negatividad, con un impacto en áreas que regulan las emociones, la cognición y la parte ejecutiva, que llevan a las personas a lograr cambios conductuales, emocionales, afectivos y cognitivos permanentes y a tener una vida de bienestar.

Algunos beneficios de la incorporación del Mindfulness en la Justicia Restaurativa


1. Fomentar la autorregulación emocional

El Mindfulness enseña a las personas a identificar y ser conscientes de sus emociones sin juzgarlas, sin sentir aversión o apego, lo que puede ayudar a quienes han causado daño a desarrollar una mejor autorregulación emocional. Esta parte es fundamental para lidiar con la culpa, la vergüenza y el arrepentimiento de manera constructiva y a tener relaciones interpersonales y sociales libres de violencia.


2. Actuar con empatía y compasión

La práctica del Mindfulness puede aumentar la empatía al permitir a los participantes escuchar con atención las experiencias desde la perspectiva del otro y fomentar la compasión al actuar ya no desde el tu y el yo sino desde un nosotros. Esto facilita la construcción de puentes entre víctimas, victimarios y la propia comunidad, promoviendo la comprensión mutua.


3. Facilitar la toma de decisiones conscientes

El Mindfulness enseña a las personas a auto observarse, auto conocerse y auto responsabilizarse, para poder entender la forma de relacionarse, de responder y de tomar decisiones. Ayuda a las personas a considerar las consecuencias de sus acciones, a no repetirlas al aprender a responder en lugar de reaccionar y a tomar decisiones sabias, éticas y compasivas.


4. Des-identificar el contenido de la consciencia

A través del cultivo de estados mentales virtuosos, se mejora la atención sostenida, la consciencia del yo, la memoria, la autoestima, los estados de calma, la resiliencia, la autorregulación, el autoconocimiento y la autorresponsabilidad. Se retejen las redes neuronales de manera positiva, se des-identifica el contenido de la consciencia y se da cabida a entrenar a la mente en hábitos saludables, en cualidades positivas intrínsecas y en el desarrollo de habilidades socio cognitivas que lograrán cambios profundos y duraderos.

Conclusión


La Justicia Restaurativa y la Neurociencia del Mindfulness convergen en un enfoque sanador para las partes y transformador del conflicto violento, al ir aún más alla del reconocimiento, la responsabilidad y la reparación integral, hasta complementar y lograr una real reinserción y por ende una disminución en la violencia social, escolar y familiar.


Esta sinergia que se crea entre la Justicia Restaurativa y la Neurociencia del Mindfulness, nos lleva a la reflexión profunda sobre la urgente necesidad de su aplicación en los procesos restaurativos, para sanar la enfermedad de la violencia en los protagonistas y ayudarlos a tener una vida de bienestar; para prevenir sus padecimientos y transformarla en un fortalecido sistema inmunológico que evite nuevos brotes, y de manera proactiva crear hábitos de higiene mental, emocional, física y espiritual, que permitan a los seres humanos a través del auto conocimiento, el auto control y la auto comprensión, tomar el control de su vida de una forma positiva, armoniosa y creativa.


Un artículo escrito por la Doc. Martha Camargo Sánchez, para Fundación Sanando Heridas, 03/10/2023. Todos los derechos reservados.




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